jueves, 1 de enero de 2009

LA ORDEN DEL TOISON DE ORO 2

Felipe III, el Bueno, convocó el Capítulo general en 10 ocasiones, concretamente en Lille (Años 1431, 1436), Brujas (1432), Dijón (1433), Bruselas (1435), Saint Omer (1440,1461), Gante (1445), Mons (1451) y la Haya (1456).

El segundo soberano de la Orden, Carlos el Temerario, convocó Capitulo general en Brujas (1468) y Valenciennes (1473) y Felipe el Hermoso hizo lo propio en Malinas (1501), Bruselas (1503) y Middelburg (1505).

Ya bajo la soberanía de reyes españoles, fue convocada en cuatro ocasiones por Carlos I, celebrándose las reuniones en Bruselas (1516), Barcelona (1519), Tournay (1531) y Utrecht (1546) y, bajo el reinado de Felipe II, hubo reunión del Capítulo en las ciudades flamencas de Amberes (1556) y Gante (1559).

Centrándonos en el capítulo celebrado en Barcelona, único celebrado en tierra española, destaca el elevado número de personas que eran miembros de la Orden en ese momento, cuyos nombres y armoriales policromados aparecen en el respaldo de las sillas altas del coro de la catedral de la ciudad condal, lugar donde se reunió el Capítulo.

Los escudos de armas de los asistentes o, al menos, convocados, fueron pintados por Juan de Borgoña y de ellos puede decirse que son una maravilla, por la gran variedad de esmaltes, particiones, piezas y muebles que contienen.

El soberano de la Orden, Carlos I, ocupó la parte central de coro, teniendo a su izquierda el armorial de su abuelo, Maximiliano I, rey de los romanos y archiduque de Austria.

En el lateral izquierdo aparecen los armoriales y nombres de las siguientes personas, sentadas por orden de proximidad al soberano de la Orden: Francisco I, rey de Francia; Luís II, rey de Hungría; Jaime de Luxemburgo, Sr. de Fiennes; Carlos, Conde de Lalaing; Floris d´Egmont, Sr. de Isselstein; Ferry de Croy, Sr. de Ronex; Fernando, infante de Castilla; Juan V, marqués de Brandemburgo; Hoier, conde de Mannsfeld; Felipe de Croy, conde de Porcién; Antonio de Croy, Sr. de Saimpy; Félix, conde de Wenderberg; Adolfo de Borgoña, Sr. de Bevres de la Vere; Maximiliano de Hornes, Sr. de Gaerbecke; Juan II, Sr. de Trazegnies; Maximiliano de Berghes, Sr. de Zenvenberghe; Juan III, conde de Egmont; Diego López Pacheco, duque de Escalona; Iñigo de Velasco, condestable y duque de Frías; Antonio Manrique de Lara, duque de Nájera; Pedro Antonio San Severino, príncipe de Bisignano y duque de San Marcos y Álvaro Pérez-Osorio Quiñones, marqués de Astorga.

Al costado derecho y también por orden de proximidad al soberano, nos encontramos con los nombres y armoriales de: Enrique VIII, rey de Inglaterra; Manuel I, rey de Portugal; Hugo de Melum, vizconde de Gante; Felipe, bastardo de Borgoña y Obispo de Utrecht; Juan Manuel, Sr. de Belmonte; Jaime III, conde de Horns; Enrique III, conde de Nassau; Federico, conde palatino del Rhin y Duque de Baviera; Guy de la Baume, conde de Montrevel; Lorenzo de Gorrevod, barón de Monterrey; Jaime de Gavre, Sr. de Frezin; Antonio de Lalaing, conde de Hoogstrate; Carlos de Lannoy, Sr. de Senzelles; Miguel, Sr. de WolKenstein; Guillermo, Sr. de Ribaupierre; Juan, Sr. de Wassenaer y vizconde de Leyden; Francisco de Melum, conde d´Epinay; Fadrique de Toledo, duque de Alba; Diego Hurtado de Mendoza, duque del Infantado; Álvaro de Zúñiga, duque de Bejar; Fernando Ramón, duque de Cardona; Federico Enríquez, conde de Módica y almirante de Castilla y, por último, Felipe de Chalons, príncipe de Orange, con la expresión “No investido”.

Se tiene también constancia de la asistencia al capítulo de Juan III, Sr. de Berghes y de Carlos de Croy, príncipe de Chimay, que se situaron en lugares prominentes, al costado derecho del soberano de la Orden, y de Cristóbal, marqués de Baden y Guillermo de Croy, Sr. de Chievres, que hicieron lo propio en el costado izquierdo de Carlos I. Los sitiales correspondientes a estas cuatro personas, de gran influencia en el monarca, desaparecieron en el año 1563, con las obras efectuadas en el coro catedralicio.

Como curiosidades de este Capitulo celebrado en la ciudad condal destacan la del año 1518, que figura al lado del último de los escudos, lo que ha llevado a algún autor a residenciar en ese año la celebración del mismo; la razón de ello estriba en que en el protocolo de la corte flamenca y del Toisón de Oro se seguía el estilo Cambray, según el cual, los años se contaban a partir del día de la Encarnación, siendo tal que el Capítulo se celebró antes de ese día.

En segundo lugar, nos encontramos con la primacía armorial del nieto, Carlos I, sobre el abuelo Maximiliano de Austria; lo normal es que el sitial de honor se hubiera reservado al emperador austriaco, pero, a ese respecto, debe decirse que Maximiliano nunca fue soberano de la Orden, cargo que ostentó su mujer María de Borgoña, y solo fue soberano consorte de la corte flamenca.

En tercer lugar, en el armorial de Carlos I aparece una corona normal, toda vez que el abuelo falleció ese mismo año, pero en fecha posterior a la celebración del Capítulo; en consecuencia, no podía portar aún la corona imperial, la que correspondía a su abuelo.

Destaca también la presencia española agolpada en los último lugares, los más alejados del puesto ocupado por el soberano; también ello resulta lógico, pues el orden de colocación coincidía con el orden de ingreso en la orden y, como tal, es con la llegada de Felipe el Hermoso a Castilla cuando empiezan a proliferar los nombramientos de los personajes más floridos de la nobleza peninsular, en detrimento de la designación de la nobleza flamenca. Es así, como fueron nombrados miembros de la Orden, sucesivamente, los duques de Alba, Escalona, Infantado, Frías, Bejar, Nájera y Cárdona, el almirante de Castilla y el marqués de Astorga.

La Orden del Toisón de Oro fue fundada en Brujas en 1429 por Felipe el Bueno, duque de Borgoña, y es la más alta distinción que concede la Casa Real Española.

Don Juan Carlos posee el Toisón desde que se lo otorgara su padre, Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona, en 1941.

El Toisón se concede a título personal, no es hereditario ni transmisible, y las insignias, debidamente numeradas, son propiedad de la Orden y deben ser devueltas a la misma tras el fallecimiento del titular. A partir de 1985 la Orden dejó de ser exclusivamente masculina.

La insignia del Toisón (vellocino) consiste en un gran collar de oro, con las armas del duque de Borgoña, compuesto de eslabones dobles en forma de B, entrelazados con pedernales echando llamas. Del collar pende un carnero de oro, alusión al vellocino de oro de la mitología clásica y al carnero de Gedeón.

El Toisón nació como una orden de Caballería cuya soberanía quedaba unida perpetuamente al titular de la dinastía Borgoñona y, extinguida ésta, a sus legítimos herederos.

Los herederos son, desde el siglo XVI, los monarcas españoles debido al matrimonio del archiduque Felipe el Hermoso, duque de Borgoña, primogénito de la duquesa María y de Maximiliano de Austria, con doña Juana de Aragón y Castilla, padres de Carlos I de España.

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